Quizás te resulte una pregunta bastante obvia y con diferentes matices, ya que cada persona es un mundo y miles pueden ser los motivos que la animen a hacer cambios en su casa; a veces motivado por comodidad, a veces por estatus, otras por funcionalidad y estética y otras veces puede suponer una forma de vivir…
¿Te sientes identificado con alguna de esas afirmaciones? ¿A qué nos referimos cuando decimos que pueden utilizarse las reformas como forma de vida?
Nuestra casa determina mucho más sobre lo que somos o qué estilo de vida llevamos de lo que pensamos, así nuestro hogar se convierte en fiel reflejo de lo que somos.
No sólo refleja nuestra personalidad, sino que el tipo de casa conforma nuestras conductas, nuestras emociones y hasta nuestra salud.
Dime qué tipo de casa tienes y te diré quién eres, los materiales empleados, los colores y el orden son aspectos cruciales para nuestro bienestar.
Aquellos que optan por una vivienda en ciudades céntricas como Madrid o Barcelona tienden a ser más sociables y a preocuparse más por la estética y el estatus en cambio aquellos que optan por vivir en las afueras tienden a ser más introvertidos y a tener menos enfermedades relacionadas con la contaminación en las grandes ciudades.